Las vendas de compresión o fajas post-liposucción, fueron desarrolladas para obtener los mejores resultados durante el período recuperatorio luego de una liposucción, ya que es necesario que se mantenga un nivel de compresión constante, que asegure que los resultados sean los mejores. Este uso es necesario sea cual sea el tipo de procedimiento que se haya realizado, sin dejar de utilizarla por el tiempo que sea estipulado.
El uso de una faja luego de un tratamiento de liposucción es imprescindible, ya que ayuda a mejorar el proceso recuperación, minimizando las molestias y favoreciendo los resultados. Es necesario que se realice una correcta elección de la prenda a ser usada, ya que se debe ajustar al tipo de intervención realizada, para ello, es necesario guiarse por los consejos del médico tratante, ya que una mala elección puede perjudicar el resultado final del procedimiento. Este tipo de compras no se debe realizar en cualquier lugar, sino en tiendas que tengan en sus productos, prendas diseñadas específicamente para el período posterior a la intervención, y que estén confeccionadas con materiales de excelente calidad.
Hay que tener en cuenta que no todas las fajas que se consiguen en el mercado son las apropiadas para el período post-operatorio, ya que algunas son diseñadas para otras actividades, por ejemplo las de tipo deportivo.
El mismo día de la operación, se debe acudir con la faja, que previamente debe ser sido aprobada por el médico, quien enseñará al paciente como colocarla correctamente.
En cuanto a la talla a comprar, esta debe ser de la talla que se está usando al momento de someterse a la liposucción, no se debe cometer el error de comprar una talla menos, pensando en el resultado luego del procedimiento. Se recomienda que la compra de la faja sea realizada en horas de la mañana, que cuando el cuerpo se encuentra en su peso correcto.
Beneficios del uso de faja post-operatoria
Los beneficios que se obtienen con el uso de una faja post-operatoria son:
- Otorgar soporte en la zona intervenida, brindando una mayor comodidad a la hora de realizar movimientos y ayudando a mantener la nueva silueta.
- Reducir el malestar que se pueda presentar, por lo que hará que el paciente tenga un período de recuperación mucho más agradable.
- Ayuda a controlar la inflamación, que en conjunto con la retención de líquido, puede causar incomodidad.
- Hace que la piel se moldee y se reafirme al nuevo contorno, adaptándola a la nueva figura, ya que algunos pacientes pueden presentar bultos o irregularidades.
- Previene la formación de ondas en la piel, ayudando a que se mantenga lisa y bien formada.
- Aumenta y mejora el proceso de cicatrización.
¿Por cuánto tiempo se debe usar una faja post-operatoria?
El tiempo recomendado que se debe utilizar una faja, de forma continuada, es de 4 a seis semanas, dependiendo del tipo de procedimiento al se que haya sometido el paciente. Esta recomendación se basa en el hecho que luego de la liposucción, la piel se encuentra separada de su soporte original, debido a la cantidad de grasa que extraída.
Se recomienda la compra de dos fajas, para no dejar de utilizarla cuando se esté siendo lavada, y así no perder la continuidad de la compresión.
Material con que se confecciona una faja para liposucción
En el diseño y elaboración de fajas post-operatorias se utilizan materiales, que son muy diferentes a los que son utilizados en la elaboración de una faja normal, lo que hace que sus funciones y sus características sean diferentes., ya que las que son para uso médico deben asegurar que la zona tratada reciba una compresión total en el área que haya sido tratada en el procedimiento. El material usado no es el mismo que para una faja para levantar peso o una para deporte.
Otra función que debe aportar el material, es el de proporcionar un buen soporte en el área intervenida, ya que la combinación de compresión y soporte ayuda a que el tiempo de recuperación sea menor, lo que influye en el resultado estético.
Modelos de fajas post-liposucción
Existen dos modelos básicos de fajas: las que llevan cremallera o cierra, y las que llevan ganchos o corchetes, esto solo incide en la comodidad del paciente, ya que el soporte y la compresión no viene dado por el tipo de cierre. Si se ha elegido bien la talla de la faja, al momento de salir de la operación, se cerrará en la fila de ganchos donde quede más holgada, luego en un tiempo aproximado de seis semanas, se podrá abrochar en la que comprime más, por el proceso de desinflamación y reducción del volumen de la zona.
La faja no debe ser cerrada en el área urogenital, sino tener una abertura en la zona o algún tipo de mecanismo que permita una mayor comodidad al paciente y ayudar en la higiene personal.
También existe un modelo con refuerzo, indicada para cuando la liposucción se ha realizado en zonas como los glúteos o el abdomen.
Luego del tiempo necesario de uso de la faja que haya recomendado el médico, es necesario utilizar una faja llamada de segunda fase, que realiza una menor compresión y un menor soporte en la zona, y que no es necesario que sea usada las 24 horas del días, lo que permite que poco a poco se vaya volviendo a la normalidad.
No se debe dejar de utilizar la faja en ningún momento, solo cuando se realiza la higiene personal o cuando se acude al chequeo con el cirujano, no es recomendable tampoco dejarla de utilizar cuando se va a dormir.